Síndrome de Asperger.
Introducción:
El término fue utilizado por primera vez por Lorna Wing en 1981 en una revista de psiquiatría y psicología, denominándolo así en reconocimiento del trabajo previo de Hans Asperger, un psiquiatra y pediatra austríaco que había descrito el síndrome en 1944. Sin embargo, los trabajos de Hans Asperger con respecto del trastorno se extraviaron durante el incendio de su clínica y sus investigaciones permanecieron ignoradas por la comunidad psiquiátrica, hasta que Lorna Wing los retomara. El reconocimiento internacional del Asperger como entidad clínica ocurrió en la década de 1990 y fue incorporado por primera vez en el Manual Estadístico de Diagnóstico de Trastornos Mentales en su cuarta edición en 1994; es decir, cincuenta y un años después de que Asperger publicara por primera vez acerca del trastorno.
Hans Asperger notó la semejanza que existía entre los niños afectados y sus padres. Desde entonces se ha reconocido el carácter genético de la condición, aunque se desconocen los mecanismos básicos.
El síndrome de Asperger o trastorno de Asperger es un conjunto de condiciones mentales y conductuales que forma parte del espectro de trastornos autísticos.
El sujeto afectado muestra dificultades en la interacción social y en la comunicación, así como actividades e intereses en áreas que suelen ser muy restringidas.
Se diferencia del trastorno autista en que en el trastorno de Asperger no se observa retraso en el desarrollo del lenguaje, no existiendo una perturbación clínicamente significativa en su adquisición.
Aunque la edad de aparición y detección más frecuente se sitúa en la infancia temprana, muchas de las características del trastorno se hacen notorias en fases más tardías del desarrollo.
No es tratable.
Características principales:
La persona que lo presenta puede llegar a tener una inteligencia superior a la media, aunque en la gran mayoría de los casos, el CI global del individuo suele ser normal, a. Ocasionalmente, los individuos con Asperger exhiben un manejo verbal atípico o excepcional, no obstante, en aquellas tareas verbales para cuya realización se requiere de un grado elevado de interacción social, las puntuaciones verbales pueden llegar a descender.
Las formas en que se manifiesta el síndrome varían mucho entre los diferentes individuos que lo padecen, sin embargo existen ciertas características comunes:
- Dificultad para mantener el contacto ocular.
- Dificultades para la interacción social (especialmente con personas de su misma edad).
- Intereses restringidos a un único tema o a una muy reducida variedad de temas de permanencia variable.
- Atención especial a los detalles, o bien, a la visión general de una situación percibida.
- Perfeccionismo y metodismo excesivo.
- Interpretación literal del lenguaje.
- Dificultad en la toma de decisiones personales.
- Interpretación muy disminuida o nula de los sentimientos y emociones ajenos y propios.
Parece tener 5 veces mayor incidencia en niños que en niñas.
Síntomas del Síndrome de Asperger. No todas las personas con Asperger tienen todos los síntomas:
- Puede ser sensible al tacto o a los ruidos fuertes.
- Puede ser torpe cuando camina o practica deporte.
- A menudo tiene problemas comprendiendo las emociones de otras personas.
- Puede tener dificultades reconociendo expresiones faciales.
- A menudo no comprenden cuando alguien está bromeando o usa un lenguaje que no es preciso en su ámbito.
- A menudo hablan en voz alta, en voz muy baja o con una voz carente de emociones (una voz monótona).
- Pueden aprender a hablar y a leer muy pronto o muy tarde.
- Tienen problemas socializando.
- No comprenden cómo piensan otras personas.
- Con frecuencia tienen una fuerte atracción hacia intereses concretos como los videojuegos, las estadísticas deportivas…
- Se mueven de forma repetitiva.
- Les puede costar educarse sea en casa o fuera de esta y pueden ser muy testarudos e insistentes.
- Pueden quedarse confundidos si el lenguaje corporal y las palabras de una persona no dicen lo mismo.
- Intentan hacer exactamente lo que las palabras le dicen.
- Pueden no darse cuenta de que otra persona está disgustada o enfadada hasta que otra persona se lo muestre claramente.
- Pueden no saber si otra persona bromea. Tienen dificultades para entender la ironía, el sarcasmo o la jerga.
- Pueden no comprender los intereses de otra persona o los motivos por los que hacen lo que hacen.
- Pueden hacer o hablar de lo mismo una y otra vez. Otras personas lo encontrarían engorroso.
- Pueden desconocer, a menos que se les diga, cuando otras personas quieren que paren de hablar de sus intereses.
- Tienen conciencia de diferencia, por lo que pueden sentirse solitarios y despreciados debido al rechazo.
Al síndrome de Asperger a veces se le llama síndrome del "planeta equivocado"; la gente con el síndrome sienten que son normales pero viven en un mundo lleno de extraterrestres (personas normales).
Talentos
Las personas con síndrome de Asperger a menudo:
- Son muy buenos para juegos de lógica, como el ajedrez.
- Actúan de una forma que tenga sentido: son tremendamente racionales.
- Tienen la habilidad de actuar (ser actor) debida a la capacidad que desarrollan para expresar sentimientos y emociones sin que necesariamente en verdad los sientan.
- Ven y recuerdan detalles de cosas que las otras personas no ven.
- A menudo tienen una memoria extraordinaria (visual, musical, numérica).
- Son muy buenos recordando reglas (sin estar necesariamente de acuerdo con estas), leyes, sistemas y hechos importantes. Su talento es útil en muchos trabajos de tipo intelectual (matemáticos, informáticos, físicos, astrónomos, historiadores...).
- Son mejores escribiendo que hablando con la gente, porque son cuidadosos eligiendo las palabras que significan exactamente lo que quieren decir, por lo cual se muestran más expresivos, en un escrito a mano o un foro. Escribir no incluye lenguaje corporal o expresión facial; las personas con síndrome de Asperger a menudo tienen mucha práctica para comunicarse con el lenguaje escrito, por esa razón, aquellos que cultivan la literatura producen trabajos excelentes.
- Algunos son buenos en matemáticas y programando computadoras, por su buena inteligencia lógica-matemática.
- Algunos son propensos a desarrollar un extraordinario talento musical porque poseen un oído más sensible. También es frecuente que puedan ser virtuosos de algún instrumento musical, dado el tiempo que emplean en mejorar.
- Tienen un interés especial en convertirse en expertos dentro de su campo.
- Se divierten haciendo lo mismo muchas veces, lo que la mayoría encontraría aburrido.
Repercusión en el aula.
Pautas de actuación en el trato con ellos
BUEN DIAGNOSTICO DE LA ENFERMENDAD
Lo primero es la necesidad de realizar un diagnóstico preciso y una evaluación psicopedagógica lo más completa y ecológica posible para determinar las principales necesidades educativas en las diferentes etapas educativas, porque las personas con un trastorno de Asperger están mal identificadas en el medio educativo y sus problemas de relación suelen ser malinterpretados como simples “problemas de conducta” o de “personalidad”.
Normalmente son considerados como personas raras y excéntricas, poco hábiles socialmente, obsesivos…
Aunque en el trastorno de Asperger se sabe que el funcionamiento intelectual es normal, es necesario evaluar el grado de funcionamiento con pruebas psicométicas limitando puntos fuertes y débiles porque en este trastorno hay mucha disarmonía y dispersión.
La valoración de las capacidades de comunicación y lenguaje ya supone, en cierto sentido, una evaluación de competencias de relación. No obstante, es imprescindible la evaluación sistemática y a fondo del área social puesto que el déficit social es importante.
Por tanto, hay que recoger información sobre:
· Habilidades básicas de interacción social (proximidad, inicios sociales, respuesta social..)
· Habilidades para relacionarse con los adultos (relaciones entre los miembros de la familia)
· Habilidades de relación con compañeros.
· Habilidades de solución de problemas interpersonales. Presencia de conductas disruptivas, antisociales, autodestructivas.
· Habilidades relacionadas con sentimientos, emociones, sentido del humor y auto concepto.
Acerca de la singularidad de las etapas educativas
LA ETAPA INFANTIL
Problemas
La etapa infantil y la incorporación a la escuela puede ser un momento difícil para los niños con trastorno de Asperger, puesto que las habilidades de interacción son inadecuadas y pueden evitar las interacciones sociales espontáneas.
Tienden a mantener rutinas y tienen dificultades con los cambios y transiciones que demuestran problemas de anticipación. Los intereses son restringidos e intensos. La ansiedad, la hiperactividad, la agresividad, las rabietas sin explicación “lógica”, el oposicionismo...pueden ser frecuentes y a veces estos problemas de conducta pueden llegar a ser el principal motivo de consulta.
Soluciones
· La respuesta a estas dificultades exige disponer de apoyo de pedagogía terapéutica dentro del aula para ayudar al niño a incorporarse a las diferentes rutinas, a aceptar los cambios y a incorporarse a las interacciones con otros niños.
· También es frecuente el retraso y la alteración en la adquisición del lenguaje (respuestas verbales singulares, fuera de contexto), por lo que necesitan apoyo logopédico de forma extensa, tanto dentro como fuera del aula, para intervenir en todos los elementos del lenguaje desde un enfoque comunicativo.
· La interacción con iguales es pobre, presentan inmadurez social y dificultad en hacer y mantener amigos…Desarrollan habilidades relativamente complejas de ficción sin implicación y poco flexibles.
INSTITUTO Y ETAPA DE SECUNDARIA
Problemas
La entrada al instituto y a la etapa secundaria plantea problemas a todos los alumnos pero en especial a los alumnos con Asperger porque
· Las relaciones sociales con los compañeros cobran más importancia, haciéndose evidente sus dificultades sociales.
· La tutorización es escasa, el tutor en secundaria es un profesor más de los muchos que tiene, por lo que es muy difícil llevar a cabo la función tutorial individualizada y cercana que necesitan.
· Los contenidos curriculares tienen mayor nivel de abstracción. Hay muchas materias y tareas a desarrollar a corto y medio plazo, que exigen niveles altos de planificación y organización y buenos hábitos de trabajo, algo en lo que estas personas tiene dificultades.
La respuesta a estas demandas educativas y sociales propias de la etapa secundaria puede producir serias dificultades en:
· la adaptación escolar (reducción notoria del rendimiento o abandono de la escuela),
· en la adaptación social (en situaciones poco estructuradas pueden ser objeto de bromas o burlas)
· y en la adaptación personal (aumenta el riesgo de padecer problemas psicológicos asociados).
Soluciones
Arbitrar medidas y fórmulas para facilitar que estos alumnos sigan avanzando en su rendimiento escolar, en su desarrollo social y personal durante una etapa tan importante como es la adolescencia.
Garantizar los apoyos complementarios y las adaptaciones curriculares precisas (tutorización cercana, enseñanza individualizada, cierto grado de estructura en recreos, comedor, tiempos entre-clases...).
La respuesta educativa a las necesidades de los alumnos con Asperger implica dar prioridad a los siguientes objetivos educativos:
1. Potenciar el desarrollo socioemocional y comunicativo adaptado a los diferentes contextos en que se desenvuelve la persona.
2. Desarrollar el sentido de la identidad y la autoestima.
3. Favorecer el rendimiento escolar, la adquisición de hábitos de estudio y estrategias de aprendizaje adecuadas.
4. Ampliar la flexibilidad cognitiva y estimular la actividad funcional y la independencia.
5. Potenciar el ajuste personal y la integración y participación en el aula, interviniendo en aquellos problemas que dificultan su adaptación a la dinámica del aula (interrumpir la clase, hacer preguntas inadecuadas, tener dificultad en permanecer en su sitio y a la hora de trabajar en grupo, momentos de descontrol emocional, ansiedad).
6. Estimular y enriquecer habilidades especiales y áreas de interés porque su rendimiento puede ser alto y porque el alumno aprenderá mejor cuando figure en su agenda una de sus áreas de alto interés.
Hay que organizar el entorno educativo, estructurarlo y hacerlo más comprensible. Algunas orientaciones son:
1. Intensificar la función tutorial.
2. Proporcionar un ambiente social (supervisar recreo, comedor y otras situaciones no estructuradas) y de aprendizaje donde el alumno con Asperger se sienta seguro y competente.
3. Fomentar la tolerancia, la aceptación y el respeto en los compañeros del aula.
4. Establecer contextos de colaboración familia-escuela.